Cueva de Candamo
Las pinturas y grabados de la cueva de Candamo fueron descubiertos científicamente en 1914 por Hernández-Pacheco y Vega del Sella.
Es una gran cavidad que se abre en un cerro calizo conocido con el nombre de La Peña, dominando el río Nalón sobre la localidad de San Román de Candamo. La pequeña entrada por la que se accedía hasta 1914 fue agrandada y acondicionada para facilitar el acceso a las visitas. Esta da paso a una galería de corto recorrido, a cuya derecha se abre la Sala de los Signos Rojos. Al fondo de la galería, a través de un paso estrecho, se accede al Salón de los Grabados. En la pared opuesta a este acceso se abre la Galería de las Batiscias, en la que se conservan algunos finos grabados, entre otros, un reno.
La gran mayoría de las obras paleolíticas de Candamo se distribuyen alrededor del Salón de los Grabados, organizadas en distintos conjuntos, cuyos nombres se corresponden con la forma del soporte estalagmítico o del espacio que las acoge.
Así, el Mogote Estalagmítico conserva algunos grabados enmarañados; en el Talud, destaca el perfil de un caballo rojo; en el Panel de la Cabra, una única figura negra de esa especie; y las Columnas están decoradas con impactantes círculos rojos, alineados verticalmente en la parte inferior del fuste.
El Camarín es una oquedad que se abre en altura, exponiendo hacia el Salón, con una intención marcadamente escenográfica, la figura de un robusto caballo de color siena, cuyo protagonismo disimula la presencia de las otras tres figuras conservadas en ese mismo espacio (dos caballos más y un toro).
El Muro equivale al panel principal, un palimpsesto de abigarradas superposiciones que resume prácticamente toda la historia gráfica de la cueva. Es una gran pared uniforme, recorrida a la mitad por un cordón estalgmítico que organiza bilateralmente los numerosos temas figurativos pintados y grabados: bovinos, caballos, cérvidos, cabras, un oso, una extraña figura interpretada como foca y un antropomorfo. En la parte alta del muro, a la izquierda, hay otro importante grupo figurativo formado por bovinos, cérvidos, rebecos y un antropomorfo. Las superposiciones gráficas que se producen entre ellos son significativas de las diferentes fases artísticas.
El arte paleolítico de Candamo es representativo de una amplia secuencia cronológica que comienza en momentos antiguos premagdalenienses y se completa durante el magdaleniense final. Fue incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 2008, formando parte de la declaración Cueva de Altamira y Arte Rupestre Paleolítico de la Región Cantábrica.
La cueva cuenta desde 1999 con un espacio expositivo en el Palacio Valdés Bazán, en San Román, que alberga réplicas de los principales conjuntos de la cueva.
Visitas:
- Abierta al público en Semana Santa y Verano.
- Visitas de martes a domingo. Lunes cerrado.
- Acceso infantil a partir de 7 años.
- Imprescindible reserva previa.
- No se permite el acceso a la cueva con animales.
- Más información: www.candamo.es